Por: Grisse.E.
El ghosting en las citas es una de las experiencias más frustrantes en el mundo actual.
Hay algo de las conexiones humanas que, por más que quieran meterlas en una app de citas, nunca van a perder su dimensión ancestral.
Imágen: Pexels.
Nuestros abuelos se conocían en la plaza, en la esquina, en el baile del club.
Hoy te invitan a cenar y a veces es sólo un "delivery emocional": te traen un chiste, una charla calentita en cazuela de mariscos y a la vuelta... muy pocas y pobres palabras, más un silencio ensordecedor.
El menú de la cita estuvo bárbaro, pero no llegó al postre.
Señales de ghosting en una cita.
Hace poco me pasó: fui a cenar. Él, galante, restaurante de mariscos mediante, sonrisita y charla amena. Una linda energía -pensé- muy a lo Grecia Colmenares en "Topacio"(1985).
Después de todo: ¿quién se toma el trabajo de salir a comer si no tiene interés real?
Spoiler: algunos lo hacen como parte de una estrategia. Hoy, el “entre”, ese momento divertido de conocerse y reír juntos, se volvió un trámite acelerado.
Antes de que desapareciera del todo, le mandé un último mensaje.
Si coincidimos, seguramente hay un motivo de aprendizaje, ¿no?.
Como dicen algunos sabios de YouTube: “Compartir sin discernimiento puede volverse una lección”.
Ghosting y señales de alerta en los perfiles de citas.
Poner en un perfil "buscando una relación larga" puede ser una falsa luz. Y sólo eso, ya es una bandera roja: un truco de ghosting emocional.
Mientras uno se muestra tal cual es, del otro lado hay un lobo disfrazado de cordero: estrategias ambiguas, actitudes que parecen buenas pero carecen de respeto emocional. Todo queda a la vista.
Ese día después de la cena, volví a mi casa con el alma apenada, la niebla del invierno encima, sin postre, y un mensaje con un tono de voz distinto.
Para algunos, invitar a cenar es solo un atajo, y eso en realidad es un mal comportamiento, una "mala práctica" que viene de tiempos antiguos.
Reflexionando:
• "Puede que no haya estado emocionalmente disponible".
• "Tal vez usó la cita para validar su ego".
• "Quizás simplemente es un gil".
Y como era sabido, no respondió el último mensaje. Lo borré de la agenda apenas pensé "otro que no responde más".
Cuando alguien manipula con cazuela de mariscos y sin postre, algo se rompe. Aprendí que no se trata de cerrar la puerta, sino de afinar la puntería al blanco emocional con sinceridad.
El verdadero "entre" se construye con respeto, como lo hacían los abuelos antes. No con estrategias extinguidas de los neardentales de la era del paleolítico.
Bonus track: El CEO en Coldplay.
Mientras digería mi decepción, hace unas semanas atrás aparece otra historia tragicómica que, aunque no es ghosting, sí es prima hermana: la cultura del descarte y la falsedad emocional.
El protagonista: el CEO de una empresa muy seria, cazado en pleno recital de Coldplay con su compañera de trabajo vía kiss cam, justo después de decirle a su esposa que tenía una “reunión importante”.
¿Romanticismo moderno? Más bien, una prueba de cómo muchas personas mantienen un “perfil oficial” (respetable, comprometido) mientras practican comportamientos que traicionan esa imagen.
El ghosting es desaparecer sin aviso; el engaño y el doble discurso son desaparecer de la coherencia.
En ambos casos, hablamos de malas prácticas relacionales que deshumanizan el vínculo, ya sea cortando el contacto de golpe o rompiendo la confianza mientras se aparenta lo contrario.
Lo que une estas historias es el mismo hilo conductor: la cultura del descarte, aggiornata a los tiempos modernos, pero con la misma moral caduca de siglos atrás.
Epílogo: basta de fantasmas.
Querido lector, esto no es solo un desahogo con acento italiano. Es un llamado cultural: ¡basta de ghostear!
Si ya no querés conocer a alguien, avisá. No cuesta nada y hacés mucho bien:
• "Fue lindo conocerte pero no siento continuar".
• "Gracias por la cena, pero no estoy para seguir".
• "Sos un banquete, yo quería un snack".
Mientras desaparecen con la elegancia de Houdini, otros quedamos con el alma como una servilleta arrugada después de un almuerzo en la trattoria.
Cómo fortalecer tu autoestima tras un ghosting.
Hoy sé que no todos tienen la capacidad emocional de decir "no gracias" con respeto. Y eso no dice nada de vos: dice todo de ellos.
A quienes se escapan por la puerta de atrás sin despedirse:
• Dejen de usar el encantamiento para obtener lo que no están dispuestos a cuidar.
• No conviertan ilusión ajena en un paso más de su rutina narcisista para validación propia.
• El autovalor se trabaja todos los días.
A quienes como yo alguna vez volvieron a casa con el corazón como risotto pasado:
Nunca cierren el corazón por alguien que ni siquiera sabe responder un mensaje.
No somos plato de ocasión. Somos un banquete (siamo un banchetto).
Y el que se siente en nuestra mesa que venga con postre, una disculpa si hace falta y sobre todo... respeto.
* El ghosting es cuando alguien corta todo contacto sin explicación.
Te dejo mi postre, si te gustó dejáme un comentario. Seamos agentes de este cambio cultural.
Gracias por leerme 💌
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